Como prepararte para una intervención: 4 consejos para que todo vaya bien

El médico comienza a planificar tu intervención desde el día en que te ve en la consulta. Por leve que sea, todas las intervenciones tienen sus riesgos y hay unos protocolos estrictos para que no haya ningún error. Te damos unos consejos para que todo vaya bien.

Infórmate

Tu médico o cirujano debe ser tu principal fuente de información. En internet existe mucha información pero puede que no sea la adecuada para tu caso. Si quieres pensar la intervención, no dudes en concertar otra visita y anotar todas tus dudas para consultar. Preguntarlas el día antes de la intervención no te ayudará a ti, ni a tu médico o el equipo.

Ponte en forma

Las intervenciones pueden demorarse unas semanas debido a la programación que conllevan. Aprovecha estos días para ponerte en forma tu también: deja de fumar si es posible, pierde peso, haz ejercicio, come sano… Todo ello ayudará a que todo tu cuerpo (tu sistema inmune, tu corazón, tus pulmones) puedan responder a cualquier mínimo altercado y evitar males mayores.

Conoce tu historial

Lleva toda la información sobre ti. Los ordenadores han facilitado mucho el día a día hospitalario, pero no está de más comprobar la medicación que tomas (con sus nombres y dosis completas) o las alergias por si te lo preguntan.

Organízate antes y después.

Tan importante es planificar el ingreso hospitalario, como el alta. Quién te llevará al hospital, a qué hora será, quién cuidará a tus hijos, quien cubrirá tu trabajo mientras estés hospitalizado… En ocasiones la intervención ocupa toda nuestra preocupación y nos olvidamos de los días después. Numerosos estudios han observado que la recuperación de los pacientes es mejor en domicilio, una vez se haya cumplido el tiempo de posibles complicaciones, por lo que cada vez se acorta el tiempo de hospitalización. Pide a familiares o amigos que te visiten y que estén pendientes de ti y que puedan llevarte a las consultas de revisión o de nuevo al hospital en caso de que lo necesites.

No dudes en preguntar instrucciones en cuanto al cuidado de la herida o ejercicios que puedas realizar (conducir, trabajar, hacer deporte…) y evita estar en contacto con personas enfermas.

Antes de que te hayas dado cuenta estarás de vuelta en tu rutina habitual, asi que tomate tu tiempo de recuperación y obtén la información que necesites para sentirte cómodo. 

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