Son muchas las personas que, a pesar de necesitar una resonancia diagnóstica, no consiguen realizarla por claustrofobia o ansiedad a la misma. A pesar de tener clara la necesidad de la prueba y el por qué de la misma, la situación de estar en un tubo, el ruido o la impresión de soledad, pueden generarnos ansiedad hasta el punto de no poder realizarla.

Tu salud depende de la realización de una prueba, la cual, aunque tenga alternativa (dado que puede realizarse abierta), ofrece una visualización de nuestro organismo mejor. De gran importante para que el médico planifique el tratamiento o la cirugía, en definitiva, la puerta hacia el tratamiento que nos hará mejorar. 

Personalmente es algo que nunca he entendido, hasta que lo viví. Te tumbas en la plataforma, en mi caso en un sitio conocido, rodeada de gente conocida, que se que estaban al otro lado del cristal, mirando continuamente. Sabía que había micrófonos y me hubiesen oído el mínimo susurro. Sabía que estaban pendientes de mí unas 5 personas. Confiada con todo eso, incluso había dejado apoyado en la cama el timbre (sabía que no iba a usarlo). 

Mientras ponían todo en marcha, relajada como estaba, comencé a tener una sensación de agobio que me hizo buscar el timbre con mis manos. Sin embargo, a punto de apretarlo, oí sus voces de los técnicos de que empezaba la prueba. Ellos tenían que hacerme preguntas y yo respondía. En el momento en que mi cerebro comenzó a pensar en otra cosa, deje de sentir esa sensación por la que casi anulo la prueba. 

Ahora, comprendo la situación por la que pasan varias personas al día. Intento explicar la prueba con anterioridad e indicarles en que piensen en otra cosa: que planifiquen en su mente la receta de las croquetas que hacen a los nietos, como hacen para cambiar los neumáticos del coche o que memoricen la lista de la compra que tienen que hacer después. Incluso gente que no pensaba poder realizarla, fueron capaces de hacerla tras comenzar a hablarnos de los hijos.

Por supuesto puedes pedirle a tu médico que te paute algún tranquilizante para que te ayude. Pero no nos importa que nos hables de tus años en la mili o del nuevo trabajo de tu hijo si eso hace posible que estés más relajado sin necesidad de medicación. Recuerda que estamos para ayudarte y esperamos que estos consejos puedan hacerlo cada vez que sientas angustia en el hospital.