Según la rae, el hospital es el establecimiento destinado al diagnóstico y tratamiento de enfermos, donde a menudo se practivan la investigación y la docencia. Sin embargo, a menudo también se producen enfermedades derivadas del propio ingreso, que debemos intentar evitar.
Infecciones
Durante el ingreso hospitalario, el sistema inmunitario se debilita. La propia enfermedad, el encamamiento, los tratamientos agresivos o el estrés, hacen que nuestro sistema inmune no esté tan preparado como en casa para atacar a gérmenes extraños. Aunque pueden ser tratadas, suelen llevar largos periodos de tratamiento por lo que es mejor la prevención de la mismas con lavado de manos habitual, asi como mantenerse activo y finalizar la recuperación de la enfermedad en domicilio si es posible.

Confusión
Casi la totalidad de los paciente de edad avanzada sufren algún episodio de desorientación o confusión durante un ingreso hospitalario. Pueden ser tratados farmacológicamente pero es mejor encauzar al paciente hacia la realizad, explicándole que está en el hospital, la hora que es, por qué está ingresado… En estos casos, suele ser aconsejable acompañar al paciente durante la noche de ingreso, como comentamos en este post.
Trombosis
Nunca he entendido por qué los pacientes se meten en la cama en el mismo momento que ingresan, incluso habiendo llegado al hospital caminando. Estar ingresado en el hospital no conlleva la obligación de estar encamado. Esta inmovilización psicológicamente impuesta en algunos casos, conlleva un retraso en la movilizacion de la sangre y el estancamiento de la misma, lo que puede dar lugar a trombos con consecuencias muy graves.

Estreñimiento
A pesar de que las dietas hospitalarias suelen ser personalizadas, equilibradas nutricionalmente y completas, la falta de movilización y los tratamientos pueden generar alteraciones en las deposiciones. Bebe mucha agua durante el ingreso si no tienes retricciones y mantente activo.
Depresión
El miedo a la enfermedad, a la evolución de la misma, a los tratamientos o incluso al alta pueden poner en riesgo la estabilidad emocional de los mas racionales. Durante el ingreso habrá altibajos pero no por ello quiere decir que necesites valoración por un psiquiatra. Lo que te ocurre es normal, comprensible y no significa que estés enfermo. Apoyate en tus familiares y amigos y no dudes en consultas tus dudas al personal sanitario.

Si la persona ingresada o sus familiares prevén estos problemas, deben comentar las medidas preventivas con el personal del hospital para, entre todos, evitar alargar un ingreso más de lo necesario.


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