Es muy difícil explicar cuándo debe acudir a urgencias un paciente: por un lado existen diferentes enfermedades con diferentes grados de gravedad. Por otro, no se pueden dar las mismas recomendaciones a todos los pacientes ya que su forma de vivir la enfermedad es diferente. ¿Tengo que ir a urgencias si me duele la tripa y no he hecho de vientre en 4 días? Pues depende…
Cuando un paciente acude a urgencias se le realizan unas preguntas claves. Un «triaje» que permite decidir a qué parte de la urgencia se envía al paciente. De este modo, los pacientes con una fractura de un hueso van a una sala común, dejando la cama libre en la sala con monitorización para la llegada de un posible infarto cardiaco. Además, se asigna un tiempo estimado de tratamiento, de modo que cualquier sospecha de hemorragia va a tener un tiempo de atención en minutos, frente a varias horas en caso de un dolor de muelas.

Todos los pacientes con sus diferentes patologías y gravedad, se juntan en la sala de espera de urgencias. En un país solidario como el nuestro, todos los pacientes comprenden que se atienda antes un infarto que un dolor de muelas, o una hemorragia que un dolor de espalda. Sin embargo, en dolor puede ser tan intenso que reclame atención tan urgente o el desconocimiento de lo que está ocurriendo nos genere tanta ansiedad como para necesidad apoyo urgente.

La percepción de la gravedad de una enfermedad puede ser muy diferente de unos pacientes a otros. Conócete, ayúdanos a conocerte y cuenta a tu médico qué te pasa y qué te preocupa. Ayúdanos a reconocer enfermedades que precisan tratamiento urgente y separarla de las que no, pero que también necesitan nuestra ayuda.


Deja un comentario